Algunas ciudades de Brasil están administrando una tercera dosis de refuerzo, aunque la mayoría de la población no ha recibido la segunda, un indicio de la preocupación que despierta en el país la variante delta.
Río de Janeiro, el epicentro de la última ola de contagios y con una de las poblaciones más avejentadas del país, comenzó a administrar el refuerzo el miércoles.
Francia, Israel, China y Chile son algunas de las naciones que ponen tercera dosis a los ancianos, pero tienen una tasa de vacunación completa más alta que el 30 por ciento que recibió esquema completo en Brasil.
Publicado originalmente en El Financiero