Sí, las vacunas son seguras porque no contienen virus vivos y por eso no tienen riesgo para el bebé. Los centros para el control de enfermedades en USA, así como los fabricantes de las vacunas, están estudiando los datos de las mujeres embarazadas que se han vacunado y, a la fecha, no detectaron ningún problema de seguridad para las personas embarazadas que se vacunaron o para sus bebés.