La Autoridad de Salud Pública (FHM), encargada de la campaña de vacunación, “decidió suspender el uso de la vacuna Spikevax de Moderna para todos los nacidos a partir de 1991, por principio de precaución”, indica en un comunicado.
Esta decisión se toma “después de signos de aumento del riesgo de efectos secundarios como la inflamación del miocardio y el pericardio”.
“La miocarditis y la pericarditis suelen desaparecer por sí solas, sin causar problemas duraderos, pero los síntomas deben ser evaluados por un médico”, explica la agencia.
La Agencia Europea del Medicamento autorizo en julio la vacuna Moderna para los adolescentes de 12 a 17 años.
Publicado originalmente en El Economista