Las personas primovacunadas con vacuna inactivada tenían niveles bajos de anticuerpos en suero frente a la variante ómicron; una dosis de refuerzo con la misma vacuna no conseguía aumentarlos, pero sí se aumentaban cuando la dosis de refuerzo era con vacuna distinta.
La dosis de refuerzo aumenta la protección y su impacto será mayor si se administra a la mayoría de la población adulta en un corto intervalo de tiempo.
Los datos disponibles indican que la efectividad de las vacunas actuales disminuye unos meses después de haberse completado la primovacunación, por lo que es recomendable la dosis de refuerzo. La administración de dosis de refuerzo con vacuna distinta a la utilizada para la primovacunación es segura y la persona vacunada queda mejor protegida.
Publicado originalmente en El Economista