Ocho meses después de que el personal docente fuera vacunado contra COVID-19 con el esquema de CanSino, el gobierno mexicano anunció un refuerzo con una vacuna diferente: Moderna.
Investigadores mexicanos del Hospital Clínica Nova (HCN), en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, investigaron de forma particular a un grupo de personas que recibieron una primera vacuna de CanSino y luego, por decisión propia, decidieron inmunizarse con la vacuna de Pfizer, que al igual que la de moderna es de ARN mensajero.
De forma preliminar, los investigadores encontraron que “los pacientes que recibieron un refuerzo de BNT después de Ad5-nCoV tuvieron títulos más altos de anticuerpos IgG con pico 1-2 de SARS-CoV-2 sin reacciones adversas graves”.
Publicado originalmente en Animal Político