Entre los muchos bulos (noticias falsas) que han circulado a lo largo de la pandemia están los que aseguran que las vacunas que protegen frente la COVID-19 producen infertilidad tanto en mujeres como en hombres. Esto probablemente ha hecho que muchas personas en el mundo que querían ser padres se hayan planteado seriamente el no vacunarse.
En un didáctico artículo publicado en agosto de 2021 en The Conversation, el profesor Ramasamy nos contaba los resultados de dos estudios realizados por su grupo. En ellos se demuestra que la infección por el SARS-CoV-2 (el virus que causa la COVID-19) sí podría provocar disfunción eréctil y una disminución del número de espermatozoides. Sin embargo, las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna no producen estos efectos. La conclusión es clara: mejor vacunarse que infectarse.
Publicado originalmente en El Financiero