Tanto para la vacuna de Oxford/AstraZeneca y la de Johnson&Johnson, e incluso para la vacuna de Pfizer, se ha encontrado que en algunos pocos casos se presenta algún tipo de trombosis, que son formaciones de coágulos, generalmente en el transcurso de las dos primeras semanas después de la primera dosis.
Estos son eventos extremadamente raros. El beneficio por la vacunación supera al riesgo que pudiera haber por algún problema asociado a la vacuna.
Las personas que se vacunan están protegidas contra el COVID-19, sobre todo contra las formas graves, y eso es suficiente como para utilizar las vacunas con toda tranquilidad, porque el beneficio que vamos a obtener es justamente prevenir hospitalizaciones, prevenir muerte por COVID-19.